miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lamento haber visto House of the Dead

Bolgor analiza...

Sí, la pupila es una calavera... Uuhh, qué miedo.
Los videojuegos de The House of the Dead nunca han disfrutado de la fama de otros títulos como Virtua Cop o Time Crisis, pero son buenos juegos con horas de diversión matando zombies a tiro limpio. Su calidad la garantiza el mero hecho de su temática y que estén programados por la prolífica Sega.


Uwe Boll rellenó valiosos minutos de metraje gracias a Youtube.

Un avezado director alemán olfateó el provecho que podía obtenerse a partir de la licencia de estos videojuegos de terror y se puso en contacto con Sega para realizar una adaptación al cine de la saga. Pocas veces debería arrepentirse Sega de ceder los derechos de cualquiera de sus creaciones para un producción al cargo del infame Uwe Boll, auténtico mesías del cine inteligente (es broma, solo hace mierda).

Este sádico e impío realizador llevó a cabo una catástrofe fílmica, un crimen contra la humanidad tan bochornosamente malo, que solo de verlo hace gracia (a veces, los extremos se tocan). Con cámara en mano, un guión lamentable y un maquillador reciclado de las fiestas patronales de su pueblo comenzó el rodaje de The House of the Dead.

¿De qué trata esta película?

Fiestón patrocinado por Sega.

Una isla tropical, llamada la Isla de la Muerte (nombre verdaderamente no muy atrayente, todo hay que decirlo) es tomada por un enjambre de jóvenes con el edificante objetivo de montar una gran fiesta en la que bailar y emborracharse.


Desgraciadamente para estos adolescentes sin mucho cerebro, la isla ya dispone de población propia de zombies, ansiosos por devorar carne humana, lo cual llevan a cabo a costa de los animados e incautos efebos, interrumpiendo su alcohólica diversión.
Resulta que los protagonistas de la historia son un grupúsculo de jóvenes igualmente desprevenidos que llegan tarde a la celebración y por eso se salvan de la carnicería, pero no por mucho, porque en cuanto llegan al lugar comienzan a ser víctimas de acontecimientos siniestros con mucha sangre y poco nivel interpretativo.

El hilo argumental merece un espacio propio por la puta mierda indefinible que es:
Hace muchos años, una carabela española que se dirigía a islas americanas transportaba a un peligroso criminal en su bodega, acusado de canibalismo, brujería y vete tú a saber qué más. ¿A dónde lo llevaban, y por qué? Jamás lo sabremos. Merece una mención de deshonor el actor que encarna brevemente al capitán de la carabela, sin duda una de las más efímeras actuaciones en la historia del celuloide, casi tan corta como el guión al completo de la película.
Pero el enloquecido prisionero se escapa, devorando a la tripulación, y da a parar a la mencionada isla, donde establece su curiosa residencia. Allí sobrevive durante siglos gracias a sus investigaciones para prolongar la vida y al canibalismo, con el cual adoctrina a varios seguidores que le acompañan en sus solitarios días (de caníbal). El paso de los años le ha dado un aspecto similar al de Vin Diesel con un puzle tatuado en la cara. ¿Cómo sobrevive un cuerpo durante cientos de años, por mucha carne humana que consuma? ¿De dónde sacaba este tío víctimas frescas? ¿Nadie notaba en las islas cercanas que desaparecía gente? ¿Podría ser peor este argumento?


Hmmm, menudo pistolón, capitán...
Con la ayuda del capitán del barcucho que les ha traído hasta la isla logran sortear los ataques de los zombies hasta llegar a una chabola destartalada en medio del bosque, donde se refugian a falta de algo mejor, aunque parezca una versión diminuta del motel de Norman Bates después de una orgía de gusanos de arena de Dune. Allí tratan de hacerse fuertes mientras disparan con todo lo que tienen a las hordas hambrientas que les acosan, dando lugar a secuencias de acción tan absurdas que harían ruborizarse a Steven Seagal.

Al cabo de varios protagonistas muertos descubren una entrada secreta en el interior de la chabola que les conduce a un sórdido y sucio sótano repleto de misterios. Un libro polvoriento les enseña la verdad sobre los monstruos de la isla (verdad que ya he explicado anteriormente), aunque deben seguir huyendo por un pasadizo para evitar ser comidos por más corellanos monstruitos antropófagos.

Después hay tiros (intercalados con planos extraídos directamente de los videojuegos The House of the Dead, así, sin modificar ni nada - total, ¿para qué?), más muertes, una explosión sin gran presupuesto y una lucha a muerte con espadas. Y ya. Para más recochineo, el protagonista lanza una granada dentro de la casa, y justo antes de que esta explote, se toma la molestia de empujar la puerta... ¿Para qué, si la choza va a volar en mil pedazos? Qué educado, eso es como el condenado a muerte al que le ofrecen un cigarro como último capricho y lo rechaza "porque es malo para la salud".

Al final, pero al final del todo, salen los agentes Rogan y G, la mejor referencia a los videojuegos con que cuenta esta película. De todas formas, no merece la pena tragar tanta mierda solo por ver a estos dos. Y encima, G no es negro en los juegos, no entiendo esta irritante manía de convertir en negros a todos los personajes que pueden. Será para que en Estados Unidos los espectadores negroides tengan oportunidad se sentirse identificados de alguna forma con lo que sucede en la pantalla, digo yo.

El agente Thomas Rogan se hace acompañar de un negro que pasaba por allí.

Lo único que merece la pena verse de esta bazofia son las tetas de Ona Grauer, de quien os pongo unas fotillos como prueba de mis palabras:

No negaréis que tiene gancho.
Las tetas hacen todo el trabajo mientras tú descansas.

Y he aquí un fragmento de la película donde sale ella, para que podáis apreciar sus tetas talentos en movimiento:

Lamentablemente, la llamativa y turgente delantera de Ona no puede hacer nada por salvar este espanto de películo, al que le doy una nota de cuatro inodoros y declaro culpable de empeorar la fama del videojuego The House of the Dead y crear apocalipsis cerebrales en casi todos sus espectadores. De verdad que si no te lo dicen, jamás sospecharías que es una adaptación del videojuego de Sega. Y no le pongo cinco inodoros porque a veces te ríes de lo cutre y estúpida que es:

Bolgómetro:= Congestión intestinal

* Ficha en IMDB.
* Ficha en CinEOL.
* Ficha en FilmAffinity.
* Ficha en Rotten Tomatoes.

Atención, peligro:
Existe una segunda parte de este truño, titulada en España: "El amanecer de los Zombies (House of the Dead 2; Dead Aim)", la cual es todavía peor que la que aquí se analiza. No digáis luego que no os he avisado.

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